
¡Feliz Día de la Blasfemia para todos!
—¡Hoc est enim corpus meum!
—Éste es uno de nuestros seminaristas. Está practicando la consagración de los dones.
—¿Qué tal le sale?
—Más o menos. Logra transformar el pan en la carne de Cristo, pero no que la carne tenga los atributos del pan.
—Ya veo.