
—Entonces... ¿El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son distintos, pero el mismo?
—Eso es correcto.
—¿Y eso cómo funciona?
—Es un gran misterio, hijo mío.
—¡Bah! Podía haber dicho eso cuando le pregunté de dónde salió todo y nos ahorrábamos media hora de inventos.
El espíritu santo es el poder de Dios sobre nosotros (no es una entidad), El padre es simplemente Dios, y el hijo es una especie de avatar de Dios para poder convivir con nosotros. (según mis clases de catesismo).
ResponderEliminar